
La gente, me observa con los ojos abiertos y brillantes, los míos han perdido toda cosa especial, ya no transmiten nada. Tengo miedo y nadie me entiende, no pueden. Yo disimulo, miento constantemente para aparentar ser algo más de lo que soy. Ni la gente más próxima me comprende, hacen un esfuerzo en vano para llegar a unas conclusiones erróneas de mi problema. No los culpo, tiempo atrás tampoco yo entendía a los demás.
Probablemente por eso, he caído en este mundo tan áspero que va deshaciéndome poco a poco sin compasión, sin remordimientos.
Nona.
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