La Carta

“Sé cómo te sientes, ¡todo puede contigo! La impotencia es el único sentimiento capaz que puedo sentir en una situación como esta. Sé cómo te sientes, como todo puede contigo, como no quieres luchar más y estás dispuesta a dejar perderlo todo. El mundo, tu mundo, cada día se va reduciendo, te vas cerrando contigo misma.

Te entiendo perfectamente, sé que es duro. El miedo a no saber qué y quien te esperará mañana te impacienta. Tu oscuridad cada día se hace más oscura. Rabia, impotencia, miedo, soledad, más miedo, preocupación…cada día van creciendo estos sentimientos alimentados por tu propio odio. A pesar de todos estos sentimientos, tienes que seguir luchando por todos aquellos que quieres, por todos aquellos que son tuyos. Tienes que ser consciente que todo lo que no mata hace más fuerte. Piensa que ninguna batalla está perdida y que quedan muchos frentes en los que luchar. Piensa que “caer está permitido, levantarse es una obligación”. Sé que detrás de ésta mierda gris hay una vida a todo color dónde tú, eres la protagonista.

Sonriente, alegre, viva…ésta es la Nona que quiero volver a ver. Porque te has convertido en otra persona, triste, aislada, fría, ¡y a mí no me gusta! Sabes que no estás sola, que tienes a gente a quien acudir cuando todo se te convierte negro. ¡Vamos Nona, vuelve a volar, a disfrutar, a sonreír! Has pedido aquella magia y te juro que te ayudaré a recuperarla. Ánimos pequeña. ”

El otro día fui a casa de mis padres y entre la multitud de papeles desordenados de mi habitación encontré una carta que me hizo por aquél entonces mi mejor amigo.

No sabéis lo mucho que me ha hecho llorar esta carta…tanto que dejé de comer, tanto que volví a encontrar mi control. (RISA, RISA Y MÁS RISA)

Nona